Adèle es una joven dulce y refinada. Regenta un café en el corazón de un pequeño pueblo costero, que a la vez sirve como un punto de encuentro para los lugareños y los paseantes. Incluido Lucas, el muchacho que le sirve las verduras, y que cada miércoles coloca su puesto al fondo del café. Pero Adèle adora el sol. Así que, cada año, al llegar las lluvias, Adèle se refugia bajo su edredón mientras espera que pase la tormenta. Hasta que un día, descubre un par de botas de lluvia rosas olvidadas en su café. Al día siguiente, un impermeable rosa. Y al siguiente… ¡un paraguas también rosa! ¿Intentará Adèle desafiar a la lluvia y al color gris?

Rosa a pintitas es sin duda un libro que transmite candor, sencillez y humanidad. En este álbum todo llama a los buenos sentimientos, la comprensión y la amistad. Y su diseño respira igualmente tal delicadeza que sorprende.